Más allá de lo Natural

La historia de Ezequiel y el valle de huesos secos nos enseña una poderosa lección: lo que parece muerto a nuestros ojos, en la mente de Dios ya es un ejército victorioso. La creatividad profética es esa habilidad espiritual de ver más allá de lo natural, de alinear nuestra visión con la perspectiva divina. No se trata de imaginar o inventar, sino de conectar con lo que ya existe en el corazón de Dios.

Ezequiel no pronunció sus propias palabras, sino las que Dios le dio. Así, cada vez que declaramos la Palabra, no estamos creando algo nuevo, sino manifestando en la tierra lo que ya es una realidad en el cielo. Esta práctica activa lo sobrenatural y transforma nuestro entorno.

En tiempos difíciles, la creatividad profética nos llama no solo a resistir, sino a transformar. Al igual que Ezequiel, podemos declarar propósito sobre el caos, hablar paz en la tormenta y proclamar esperanza en medio del desánimo. Pero no basta con ver y declarar; también debemos actuar. Profetizar es colaborar con Dios para traer Su reino a la vida diaria.

Cada mañana, profetiza la Palabra de Dios sobre ti mismo. Permite que Su luz ilumine tu día, tal como lo dice 1 Pedro 1:19: “…estén atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones.”

Obed Diaz Rodriguez