Dios, tu mente y el poder de una idea

Dios no solo nos creó a su imagen, sino que también nos dio algo increíble: la capacidad de pensar, imaginar y crear. Eso no es casualidad. En cada ser humano hay una chispa de la mente de Dios, una porción de su creatividad, de su capacidad para ver lo que no existe… y hacerlo realidad.

Esa idea que no te deja dormir, ese deseo de cambiar algo en tu comunidad o de construir algo nuevo, puede ser más que una ocurrencia. Puede ser una semilla del cielo, plantada en tu corazón para traer transformación aquí en la tierra. Porque cuando la mente de Dios se activa en nosotros, comenzamos a ver el mundo no solo como es, sino como podría ser.

Tu creatividad no es un hobby, es una herramienta del Reino. Cuando tú y Dios piensan juntos, las ideas dejan de ser sueños lejanos y comienzan a tomar forma. Esa inquietud que sientes puede ser una invitación divina.

Así que, si sientes que algo te arde por dentro, ¡no lo ignores! Quizás Dios está esperando que tú des el primer paso.

Aquí te regalo tres pasos sencillos para comenzar:

  • Ora: Pídele a Dios claridad. Que te muestre si esa idea viene de Él y cómo llevarla a cabo.
  • Escribe: No subestimes el poder de escribir lo que sientes y piensas. Muchas ideas se hacen reales cuando se escriben.
  • Comparte: Habla con alguien de confianza. A veces una conversación desbloquea el próximo paso.

Tu idea puede ser parte de la respuesta que el mundo necesita.

Obed Diaz Rodriguez