La creatividad es una chispa. Una chispa promedio tiene una duración de un milisegundo, desde que se genera en su punto “C” hasta que finalmente llega al punto “D”.
Cuando pienso en David enfrentando a Goliat, pienso en dos momentos creativos cruciales para el: cuando decide que es mejor ir al arroyo por cinco piedras lisas porque se da cuenta de que no es un soldado y que no hay tiempo de aprender y practicar con una espada y una armadura, y cuando se encuentra en el valle frente al gigante guerrero. Dos momentos “chispa” que en mi opinión, fueron los más cruciales de su vida.
En el instante en que la mente de Dios se nos revela, se manifiesta lo profético, y como en una chispa, podemos ver nuestra ventana de oportunidad, retos. obstáculos y recibimos la inspiración necesaria para desarrollar cualquier estrategia divina. Este proceso de creatividad profética nos coloca en el punto exacto en el que Dios quiere manifestar y expandir su reino., y tal como lo hizo con David, nos catapulta hacia el cumplimiento de su propósito.
William Wilberforce, Florence Nightingale, Marin Luther King Jr, Ramon Emeterio Betances y muchos otros en nuestra historia moderna experimentaron lo que David experimentó, una encrucijada que cambiaría sus vidas gracias a la intervención divina. Cuando nuestro momento chispa llegue, espero que podamos abrazar lo profético y realizar nuestro acto.