Cinco Piedras Lisas

Siempre me he preguntado: ¿qué le pasó por la mente a David cuando escogió las cinco piedras de aquel arroyo? ¿Que plan descabellado maquinaba aquella mente joven? Un pastor de ovejas enfrentando a un guerrero gigante con cinco piedras, un palo y una onda no suena a un plan ganador, aún para quienes no sabemos nada de combate cuerpo a cuerpo, pero fue tal vez la mejor idea que se la había ocurrido a alguien en todo el valle.

Las ideas y estrategias divinas son así, simples, sencillas, poco estimadas, pero eficaces. Son locura, cómo les explicó Pablo a los Corintios en su primera carta. Siempre involucran riesgo, que a su vez se traduce en fe, que también se traduce en burla, crítica o preocupación para los espectadores. Dios opera desde su exclusiva omnisciencia y cuando inspira una estrategia, lo hace conociendo el problema, el proceso, el resultado y sus repercusiones.

Aquel día, se escribió la historia de la la piedra certera, del gigante confiado y el pastor arriesgado. Quien sabe cuantas historias se están escribiendo ahora mismo, solo espero que en cada una hayan cinco piedras de algún arroyo, escogidas por algún joven pastor. Quizás seas tú.

Ciudadanos del Reino de Dios

Cada país posee en su constitución una definición clara de la manera en que se espera sus ciudadanos vivan. En Mateo 5, Jesús comienza con las bienaventuranzas, que describen las características y bendiciones de aquellos que son ciudadanos del reino de Dios: los humildes, los que tienen hambre y sed de justicia, los pacificadores, entre otros. Luego, aborda temas como la ley moral, la ira, el adulterio, el juramento y el amor hacia los enemigos, presentando estándares éticos radicales que reflejan el corazón de Dios.

El Sermón del Monte no solo es un conjunto de reglas, sino una invitación a una vida transformada por el poder del reino de Dios. Jesús desafía a sus seguidores a vivir con integridad, humildad y amor genuino, mostrando cómo el reino de Dios se manifiesta en las relaciones humanas y en la conducta diaria. Este sermón es un llamado a la radicalidad del amor y la justicia divina, mostrando que la verdadera vida en el reino va más allá de las apariencias externas y busca la transformación del corazón humano según los valores del reino de Dios.

Fuimos salvados para manifestar la diferencia entre este mundo y el celestial; al que pertenecemos. El precio que costó nuestra salvación fue demasiado alto como para vivir en la irrelevancia.

Trazando la Imagen Divina: La Creatividad como Testimonio de Redención

La capacidad creativa es una característica fundamental de nuestra identidad como seres creados a imagen de Dios. Como el supremo Creador, nos ha dotado con esta habilidad para reflejar su creatividad en el mundo que nos rodea. Aunque esta capacidad ha sido afectada por el pecado y puede manifestarse de manera distorsionada, sigue siendo un aspecto esencial de nuestra naturaleza divina que fue restaurada mediante la redención en Cristo.

Cuando permitimos que nuestra creatividad sea dirigida por Dios y alineada con su voluntad, esta se convierte en un testimonio poderoso de nuestra relación con Él y de su obra en nosotros. La creatividad, cuando es divinamente inspirada, puede transformar vidas y transmitir verdades espirituales de manera impactante. Este tipo de creatividad trasciende las simples obras humanas y busca glorificar a Dios y revelar su amor y su verdad al mundo.

Al alinearnos con Dios en nuestro proceso creativo, abrimos espacio para que su inspiración divina fluya a través de nosotros, infundiendo nuestra creatividad con propósito y significado eterno. Esta colaboración con Dios nos invita a ser co-creadores en su plan de restauración para el mundo, manifestando su amor y su luz a través de nuestras obras creativas como testimonio de su obra redentora.

Elevando la Creatividad

La creatividad ordinaria representa la capacidad innata de todos los seres humanos para imaginar y crear, aplicada en diversas áreas de la vida cotidiana. Sin embargo, esta expresión creativa comúnmente está motivada por impulsos terrenales como el egoísmo o el deseo de reconocimiento personal, lo que limita su impacto a nivel espiritual y trascendente.

En contraste, la creatividad profética surge de una conexión íntima con Dios, guiada por su Espíritu. Esta forma de creatividad va más allá de las motivaciones egoístas y busca reflejar la verdad y los principios divinos en cada obra creada. La creatividad profética no está limitada por las restricciones terrenales; más bien, busca transformar el mundo con propósitos divinos, glorificando a Dios y revelando su verdad de manera tangible.

La diferencia crucial radica en la fuente y el propósito de la creatividad: lo ordinario se origina en lo humano, mientras que lo profético emana de la inspiración divina. La creatividad profética tiene el potencial de impactar profundamente en un nivel espiritual, llevando luz y transformación a través de la manifestación de la verdad divina en la creación.

Manifestando el Reino Desde el Don Profético

La revelación divina es la raíz del don profético que capacita a los creyentes para manifestar el reino de Dios en la tierra. En 1 Corintios 14:1, Pablo nos insta a buscar el don de profecía para edificación, exhortación y consolación. Este don nos conecta con la mente y el corazón de Dios, permitiéndonos recibir y comunicar sus verdades y propósito.

Cuando recibimos la revelación divina, nos convertimos instrumentos para manifestar el reino de Dios en nuestras esferas de influencia. La profecía edifica a la iglesia (1 Corintios 14:4), ilumina lo oculto (1 Corintios 14:25) y lleva consuelo y fortaleza a los creyentes. Esta revelación no sólo revela la voluntad de Dios, sino que también despierta y capacita a otros para participar en la obra de su reino.

El don profético es la invitación a explorar la mente de Dios para entender su propósito y ejecutar su estrategia en el mundo.

La Infusión Profética: Cómo la Creatividad se Convierte en una Herramienta de Dios

La creatividad se convierte en una herramienta de Dios para transmitir verdades espirituales, restauración y Esperanza cuando recibiendo la revelación o la iluminación de la mente de Dios, somos inspirados a traer el Cielo a la tierra. La oración de “El Padre Nuestro” fue una pista que Jesús dejó acerca del propósito de nuestra redención. “Venga a nosotros tu reino y hágase tu voluntad, en la tierra, como en el Cielo, demuestra que fuimos salvados para manifestar el cielo en la tierra.

Es común que limitemos la creatividad a la manifestación artística, pero entendiendo que la creatividad es la capacidad del ser humano de materializer aquello que primero creó en su mente, nos abrimos a muchas otras maneras de manifestar lo que primeramente fue intangible. Cuando creamos, lo hacemos doble; primero en nuestra mente y luego en el mundo físico.

La creatividad se convierte en un canal para la comunicación del corazón de Dios cuando recibimos la divina revelación de lo que Dios tiene en mente para nuestro mundo. Todo esto, dijo David, “me fue dado por escrito de la mano de Jehová, quien me hizo entender todas las obras del diseño de esta obra.” Como David, la historia está llena de personas que experimentaron una “infusion profética” que despertó en ellos ideas, sueños y estrategias que cambiaron al mundo, cada cual en su tiempo.

Es un llamado a la creatividad guiada por Dios, que busca impactar al mundo con verdades espirituales y una visión del reino de Dios. Cuando la creatividad se convierte en una herramienta de Dios, nos convertimos en vehículos de manifestación poderosa de su presencia y propósito en la tierra.

Creatividad Profética: La Inspiración Divina para Transformar el Mundo

En 1897, el gobierno británico aprobó un proyecto de ley que ponía fin a la práctica del comercio de esclavos en Inglaterra. Luego de poco más de dos décadas, William Wilberforce, quien introdujera varios intentos legislativos para la causa abolicionista, veía concretarse un proyecto de vida. La pasión de Wilberforce por defender a los esclavos, respondía a un encuentro con Dios que transformó su cosmovisión y su manera de vivir. Al igual que otros tantos en la historia, la pasión despertada por Dios trajo consigo ideas y estrategias dirigidas a transformar la sociedad y la cultura con lo que llamo creatividad profética.

La creatividad profética es un concepto que implica recibir inspiración divina para transformar al mundo con propósito y significado. El apóstol Pablo lo resume sin equivocarse en Filipenses 2: 13 cuando explica que “Dios pone en nosotros tanto el querer como el hacer, por su buena voluntad”.

La creatividad profética va más allá de la mera expresión artística o innovación técnica; es una manifestación del corazón y la mente de Dios en la tierra a través de nosotros. Este tipo de creatividad no solo revela verdades espirituales, sino que también desafía las estructuras corruptas y establece los estándares del reino de Dios. Como herederos del reino, somos llamados a participar en esta forma de creatividad profética en todo lo que hacemos, en especial fuera de nuestro marco religioso.

La inspiración divina capacita nuestra creatividad para ser un catalizador de cambio y restauración en un mundo necesitado. A través de la creatividad profética, podemos desafiar las normas culturales y sociales que perpetúan la injusticia y la opresión, ofreciendo visiones alternativas de un mundo restaurado bajo el reinado de Dios. Esta forma de creatividad es impulsada por el Espíritu Santo, que nos guía hacia la verdad y la esperanza.

Es una colaboración con lo divino que busca transformar corazones y sociedades. Al responder a la invitación de Dios para ser sus cocreadores en el mundo, abrazamos la creatividad profética como una herramienta poderosa para manifestar su reino y su voluntad en la tierra.

Cocreadores con Dios

Dios es el creador supremo. La Biblia, en un intento por describir su incalculable poder, narra cómo con su sola palabra creó el cosmos, incluyendo al ser humano, a quien creó a su imagen y semejanza, dando a entender que poseemos características divinas puestas por Dios mismo para un propósito divino.

Luego de la caída y restauración del hombre, Dios extiende una invitación a restaurar el mundo caído y devolverle la gloria con la que una vez fue creado. Una invitación a participar de la restauración del mundo utilizando la capacidad creativa que puso en nosotros.

La invitación divina a ser cocreadores con Dios se basa primeramente en nuestra identidad como hijos adoptados por Dios y coherederos de su reino, tal como lo expresa el apóstol pablo en Romanos 8:17, “Pues si somos hijos, somos también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo”. Esta posición nos otorga la responsabilidad y el privilegio de participar activamente en la obra de reconciliación que Dios está llevando a cabo en el mundo. Al mismo tiempo, 2 Corintios 5:18-20 nos llama ministros de la reconciliación, comisionándonos a ejecutar las cosas que tienen que ver con reconciliar al mundo con el plan original.

Cuando entendemos nuestra posición como cocreadores, entendemos que nuestras habilidades creativas fueron dadas para ser utilizadas como herramientas para expresar el propósito de Dios de maneras significativas y transformadoras.

Como coherederos del reino de Dios, se nos encomienda la tarea de reflejar su gloria en todo lo que hacemos, incluyendo nuestras expresiones creativas. Nuestra colaboración con Dios en su obra de restauración no solo es un honor, sino también una responsabilidad sagrada que nos llama a vivir con propósito y significado en servicio a su reino.

Obed Diaz Rodriguez